Aquellos maravillos 90...
Hoy vamos a recordar algunas de esas cosas que se dejaron de hacer en los 90 porque quedaron obsoletas u olvidadas ¿Estáis preparados para este viaje al pasado?
Llamar por teléfono
Yo aún recuerdo el día que llegó el instalador a ponernos teléfono fijo en el comedor y que tuve que ir a casa de mi mejor amigo, que vivía a un par de calles de distancia a preguntarle cuál era su número, para poder llamarle.
¡Ojo! Tener un único teléfono y que estuviese en el comedor significaba que toda la familia se enteraba de lo que hablabas con los amigos.
Y nada de memorizar teléfonos, que como mucho había un papelito pequeño donde apuntar los seis u ocho teléfonos más importantes. Debías tener una agenda con nombres y direcciones al lado del teléfono o llevarla contigo si pensabas llamar desde las cabinas públicas.
Oh! Las cabinas públicas… Cuando te esperabas a la noche porque salía más barato y había una cola de dos o tres personas esperando para hablar. Es duro recordar esas cosas jajaja.
Escribir cartas
El teléfono no era la única forma de comunicarte en los 90 ya que aún era normal escribir cartas a la gente con todo el proceso que eso conllevaba… Escribir la carta, comprar un sobre y sellos (que nunca sabías cuantos tenías que poner) y luego echar la carta al buzón hasta que, con los días, llegaba y con suerte te llegaba la contestación a las semanas.
Pero es que incluso a las revistas tenías que mandar cartas si querías participar en la sección de anuncios u opiniones. Y la ilusión que tenías cuando por fin veías tu pequeño comentario en la Hobby Consolas de ese mes.
Mandar un FAX
Esto a mí se me escapó en mi infancia. Después de todo ¿Qué niño tenía un fax para que le mandases nada?
En mis primeros trabajos sí que tuve que mandar algún fax que ya en los 90 era una tecnología que parecía obsoleta. Metías la hoja a enviar, que nunca sabías por qué lado tocaba y marcabas…
La hoja se iba introduciendo poco a poco por el fax y tú como un bobo te quedabas mirando hasta que terminaba, por si se había perdido la llamada y tenías que repetir el proceso.
Revelar carretes
¿Quién no se acuerda de aquellas vacaciones donde iba con una cámara de fotos de las antiguas? De aquellas que, tras hacer la foto, sin saber cómo había quedado, tenías que estirar de una palanca o darle vueltas a una rueda para poder hacer la siguiente fotografía.
Al final de las vacaciones te tocaba llevar los carretes a la tienda de fotos para revelar los carretes y volvías al día siguiente esperando que no hubiera muchas fotos mal tomadas, con algún dedo en el objetivo o directamente veladas.
Alquilar películas en videoclubs
Si hay alguna tradición que echo de menos de los 90 era el viernes ir al videoclub a pillar un par de películas para ver durante el fin de semana.
No, en serio. Era un ritual entrar al videoclub y tras saludar a la persona que había detrás del mostrador, le preguntabas: ¿Qué te han traído de nuevo?
Porque claro, hoy en día, antes de ver una película, sabemos quién la ha rodado, los protagonistas y si te apuras, hasta en el teaser te han spoileado media trama, pero en los 90 tenías al recepcionista del videoclub para saber que había y poco más.
Lo que sí que no echo de menos era cuando me olvidaba de devolverlas, que me hacían pagar una multa… Y os aseguro que, con mi memoria, le pague media carrera a la hija del del videoclub.
El teletexto
Vale, en los 90 no teníamos Internet, pero teníamos algo que se le acercaba mucho y es que estoy hablando del Teletexto.
Si eras uno de esos afortunados que se habían comprado una televisión nueva en los 90 y no seguías con aquella Telefunken sin mando a distancia, puede que recuerdes aquellos botones de colorines que te venían con los que podías entrar a una especie de periódico digital.
Tu entrabas y veías como distintos enlaces, cada uno con un número que iba del 100 al 999 y desde ahí tu marcabas la página que querías ver y esperabas como una especie de cuenta atrás hasta que finalmente se cargaba el contenido solicitado.
Podías ver las noticias, la programación, el horóscopo, los números premiados en la lotería y hasta había como mini juegos o acertijos que al pulsar un botón se desvelaba la respuesta.
A pesar de que suene bastante aburrido, yo le eche horas entre anuncios o esperando a que empezase la película de la noche.
Pero hay más…
Os he hablado de cinco costumbres que perdimos al pasar el milenio, pero quedan muchas más… Los beepers, los SMS, el canal plus, grabar música en cintas, los disquettes de ordenador, los VHS...
Como el artículo se me está quedando largo… ¿Qué tal si continuamos otro día?