Vivir como un nómada digital
A mi siempre me ha gustado mucho viajar y me había mudado infinidad de veces de ciudad, desde que me independicé con 17 años, pero nunca había vivido de esa manera, sin tener un apartamento ni cosas, pero me llamaba esa forma de vivir.
EL problema, es que cada vez que pensaba en hacer lo mismo que mi amigo, miraba alrededor y veía estanterías llenas de libros, películas, videojuegos, la televisión de 50 pulgadas... Y claro, no son cosas que puedas llevarte en un viaje sin fecha de retorno.
Para mí, dar el paso de deshacerme de todas las cosas que tenía, fue muy difícil. Vale que eran cosas, pero eran mis cosas. Aún así, un día tomé la decisión, vendí todo lo que no me iba a llevar y planeé viajar, sin más.
Han pasado seis años desde entonces. He vivido una pandemia donde estuve recluido en un hotel de Barcelona donde permanecíamos tres personas solamente. He estado en sitios horribles, en hoteles de 5 estrellas que me costaban menos que un alquiler, he conocido gente, me he encontrado con personajes desagradables… Pero nunca me he aburrido.
“Hace miles de años había gente que se quedaba junto a la fogata y gente que seguía. Estoy seguro que desciendo directamente de los que seguían”. - Jack Reacher
¿Qué es ser un nómada digital?
Está claro que viajar nos gusta a todos, pero aparte de eso ¿Qué es ser un nómada digital?
Somos nómadas digitales los que tenemos un trabajo que se puede realizar por Internet, y en lugar de pagar un alquiler y tener la misma rutina cada día, preferimos invertir ese dinero en viajar.
Podemos desplazarnos cada pocas semanas, estar un tiempo más largo en un sitio para descansar, lo que nos apetezca, porque nada nos obliga a quedarnos en un mismo sitio ni a irnos.
¿Quieres recorrer Europa? ¿El mundo? Lo primero y más importante es buscar el alojamiento que puedas permitirte y llegar allí suele ser la parte fácil.
Y cuando estás allí, no se trata de vivir como si estuvieses de vacaciones permanentemente, que es lo que mucha gente piensa al contarle como vives. Tienes tus horarios, tu trabajo, y en tu tiempo libre, puede que quieras descansar o tomarte un rato para escribir un artículo en tu blog. No pasa nada.
No es como cuando vas de vacaciones dos semanas al año a otro país, que intentas aprovechar al máximo cada momento, porque sabes que en unos días estarás de vuelta en tu rutina.
¿Qué llevas contigo?
Cada nómada es distinto. Algunos viajan en coche, otros como yo, viajamos lo más ligeros que podemos y en concreto, yo solo llevo una maleta y una mochila.
En la maleta llevo ropa para una semana, un botiquín, un neceser de aseo y una bolsa con algo de electrónica.
La maleta es donde llevo lo importante, como el ordenador con el que trabajo, un Ipad que uso como centro de ocio (películas, libros, cómics, música), un disco duro donde literalmente tengo mi propio Netflix de películas y series y alguna otra cosa.
Y en realidad, poco más. Lo que no llevo encima, lo compro y lo único es acostumbrarte a comer crudo (frutas, ensaladas, embutido, comida preparada) o usar restaurantes.
También es verdad que yo soy muy aficionado a pillarme pisos turísticos fuera de temporada, que suelen dejártelos bastante económicos, si estas una temporada medio larga, como tres meses y allí puedes hacer un poco de vida más normal: Cocinar o llevar otro ritmo de vida.
¿Cosas buenas de este tipo de vida?
No te aburres. Tu vida siempre es distinta y puedes vivir pequeñas aventuras de tonterías como perder la reserva de una vivienda y tener que buscarte la vida, o que te pille una pandemia en mitad de Europa y tengas que volver a tu país corriendo.
Conoces sitios nuevos y personas. Aunque Internet te permite conocer a alguien de cualquier parte del mundo, nunca es lo mismo que ir encontrándote gente. Yo, si os soy sincero, soy bastante solitario, pero aún así, vas conociendo a personas, sus historias y te cuentan cosas interesantes de sus viajes.
Tienes una perspectiva diferente de la vida. Ser nómada implica tener que vivir de una forma minimalista, sin cargar con demasiadas cosas ni gastar dinero en caprichos que tendrás cogiendo polvo en una estantería. Creo que acabas valorando más las pequeñas cosas importantes y dejando de necesitar otras que son muy superfluas.
Y cosas malas que tiene vivir como nómada...
La falta de intimidad. Algunas veces, estar en un hotel o en un piso compartido y tener que amoldarte a ciertos horarios del servicio de habitaciones o para comer en el restaurante del hotel, puede parecer un problema sin importancia, pero acabas valorando el poder cocinarte un par de huevos cuando te entra hambre.
Los viajes. Me refiero al momento de tener que recoger todo e ir hacia el aeropuerto, hacer la cola, llegar a tu destino, coger un taxi, llegar a tu alojamiento, gestionar… deshacer maletas, tener que hacer una lavadora o ir a una lavandería porque ya no tienes nada limpio… Son pequeñas mudanzas que vas haciendo cada poco tiempo y al final agobia un poco.
La familia y los amigos lejos. Es cierto que soy una persona que se lleva bien con la soledad, pero hay veces que pasas días sin hablar con nadie y ostras, se nota. Al final siempre te quedan las redes sociales y el teléfono, pero no es lo mismo que quedar con tu familia un domingo para comer.
Y de momento, lo dejo por aquí. Hay muchas cosas que contar de este estilo de vida, pero lo iré haciendo poco a poco, en una nueva sección que abriré en esta web, que de hecho, empecé a hacerla precisamente para compartir las desventuras de mis viajes.