Indiana Jones y la infame Calavera de cristal

Hace 16 años que se estrenó Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal, la última aventura del arqueólogo que se llevó bastantes críticas negativas en su día.

De hecho, aún hoy es considerada la peor de las cuatro películas de la saga, algo con lo que estoy bastante en desacuerdo ya que “El templo maldito” siempre me ha parecido horrible.

Los que me conocéis sabéis que no soy muy amigo de secuelas o remakes de historias clásicas, pero en esta ocasión quiero defender este título que, a mi parecer, ha sido demasiado maltratado por la crítica.

La trama

La historia comienza en los años 50, dos décadas después de la última cruzada, con una escena de presentación del ejército soviético en una escaramuza para adentrarse en el Área 51. El Área 51, son unas instalaciones reales del ejército americano que está en el centro de muchas teorías de la conspiración OVNI y que ha salido en innumerables historias de ciencia ficción como Expediente X.

Los comunistas están buscando el cuerpo de un extraterrestre relacionado con una calavera de cristal mística, que parece que es la clave para acceder al tesoro de “El dorado”

Y como sucedía con los nazis, la antagonista, que es una coronel soviética y parapsicóloga, pretende usar la calavera como arma para someter a los ciudadanos de EEUU.

Indiana tendrá que viajar hasta Perú para seguir la pista de la calavera de cristal hasta la tumba de un conquistador español y hasta el mismísimo Dorado.

Protagonista y secundarios

Harrison Ford, que ya tenia 66 años cuando se estrenó la película, aparece ya bastante mayor para ser el héroe de acción que todos conocíamos, aunque sigue manteniendo su encanto característico.

Y es que el personaje puede seguir siendo interesante, pero Harrison Ford ya no está para muchos trotes. A pesar de ello será el protagonista de la quinta parte, que se estrenará en 2021 y parece ser que ya será para colgar el látigo.

También me pareció acertado el retorno de Marion, la chica Jones de la primera parte y esta vez con una pequeña sorpresa para el bueno de Indy, en forma de prole.

Mutt, el chico gamberro que acaba resultando que es su hijo, es una especie de reflejo de la relación que tuvo Indiana con su padre. Ambos fueron considerados rebeldes por sus respectivos progenitores y sufrieron la ausencia de estos durante su adolescencia.

 

¿Por qué no gustó a los aficionados?

Realmente esta historia no es mala e incluso podríamos decir que es muy similar a entregas anteriores donde Indiana Jones se enfrenta a un ejercito malvado, viaja a países lejanos, se adentra en tumbas donde hay acertijos que resolver para encontrar un objeto místico y poderoso.

Que esta vez se cambiasen a los nazis por los soviéticos no creo que tenga mucha importancia, pero la aparición de extraterrestres parece que a la gente no le agradó demasiado.

Aunque si tenemos en cuenta que el cáliz sagrado es un objeto mágico que pertenece a un ser inmortal que vive en los cielos, tampoco entiendo porque la gente se llevó las manos a la cabeza.

Además de que hay muchas historias (en ciencia ficción) que relacionan los extraterrestres con las Pirámides e incluso teorías de que algunas civilizaciones fueron ayudadas por ellos para construirlas, algo que habiamos visto ya en argumentos como Stargate.

También hay algo que carece esta historia y es la nostalgia. Seamos sinceros…

Si apreciamos tanto la trilogía original fue porque crecimos con esas películas y es muy difícil que una secuela actual llegue a tener el mismo valor para nosotros.